Si te da pereza ir a comer con alguien de tu equipo, algo pasa

Las relaciones son complicadas.

Muy complicadas.

¡La hostia de complicadas!

Da igual si son personales o profesionales. Pero hablemos de las profesionales, no me gusta meterme en la vida personal de la gente. Así que te contaré una historia de mi vida profesional…

Hace tiempo estuve trabajando durante varios años con un amigo. Un muy buen amigo.

Ambos estábamos en el mismo equipo, él como diseñador y yo como Frontend.

Al principio, todo iba genial, pero como toda relación, con el tiempo la cosa fue evolucionando.

Llegó un día en el que había ciertas cosas de su forma de trabajar con las que no estaba cómodo, y de hecho, a él le pasaba lo mismo conmigo.

Y pasó algo de tiempo. Y la situación no mejoraba.

Un día decidí coger el toro por los cuernos. Nos metimos en una sala y tuvimos una conversación sincera y complicada. Ambos nos dijimos todo lo que pensábamos, con honestidad, franqueza y mucho respeto.

Desde ese día, volvimos a trabajar como si fuésemos uno.

¿Quieres saber qué fue lo que hizo clic en mi mente para lanzarme a hablar con él?

Pues realmente, en el periodo más complicado de nuestra relación profesional, me empezó a dar pereza pasar tiempo con esa persona.

Te invito a que hagas una reflexión.

Piensa en tus compañeros más cercanos de trabajo.

Una vez los visualices, uno a uno, piensa si te irías a comer con cada uno de ellos a solas o te da pereza.

Fácil, ¿no? Respuesta de sí o no.

Ahora te diré una cosa… con todos aquellos con los que te daría pereza ir a comer, pasa algo.

Vuestra relación no está bien.

Al menos, no va lo bien que debería ir para hacer un buen trabajo en equipo.

¡Te invito a que cojas el toro por los cuernos!

Estos son mis consejos no solicitados del día. Espero que te ayuden a tener relaciones más saludables y mejorar como profesional.

Y recuerda, mejor tener un día malo que un problema enquistado que va creciendo.